Robert A. Paneque: un bayamés total
20 septiembre, 2013 1 comentario
David Rodríguez
Las ciudades en la medida en que van ensanchando su geografía, van pariendo hijos que a lo largo de su historia, dejarán su impronta de trabajo, honestidad y de nobleza.
Bayamo tiene la dicha de haber cobijado a hombres y mujeres excelsos en todos los campos de la vida, desde el amor a la independencia nacional, hasta la literatura, la poesía, el deporte y la construcción.
Hombres de letras han distinguido a la ciudad en su devenir, a los que recordamos en este año cuando Bayamo celebra el aniversario 500 de su fundación a la orilla del rio que le dio su nombre.
José Antonio Saco, Juan Clemente Zenea, José María Izaguirre, integran, entre otros esa pléyade de la que los bayameses nos enorgullecemos hoy cuyo pensamiento permanece dentro de la ciudad.
De uno de esos bayameses que marcó una etapa en la historia citadina estamos hablando en este instante. Un hombre muy querido por la población y al que los periodistas le agradecemos muchas lecciones.
Robert Arnaldo Paneque, hijo pródigo de Bayamo, está entre esos hijos de la urbe, imposible de olvidar, imposible de soslayar a la hora de señalar a aquellos que nos han dado razones para el orgullo.
Tal parece que lo veremos aparecer por cualquier esquina de la Plaza de la Revolución de Bayamo, con su despacioso paso, que se hacía más lento al cruzarse con amigos, conocidos o simples ciudadanos.
Y es que al mismo tiempo de haber tejido una historia tan hermosa, siempre en defensa de lo justo, Robert se ganó el cariño, el respeto y la consideración de todos.
Hombre inteligente y amante de la patria, no dudó un instante para incorporarse a las tareas de la Revolución, mucho antes del Triunfo de enero de 1959.
Periodista agudo, respetuoso de las reglas de la profesión, colaboró desde su trinchera a la lucha contra la tiranía de Batista y en ese afán hizo amistad con Fidel, Frank País, Celia, Camilo y el Che.
Desde Bayamo hizo incontables contribuciones a la lucha armada de entonces que han quedado escritas en la historia del proceso revolucionario del archipiélago.
Paneque fue delegado de la circunscripción de su área de residencia, período durante el cual se entregó por entero a la solución de los problemas más acuciantes de sus vecinos.
Como periodista, mantuvo una constante comunicación con los medios de prensa y mantuvo secciones de historia y de otra índole en la emisora Radio Bayamo y en periódico La Demajagua.
Siempre lo acompañó la sonrisa, atendió diligentemente a todo el que se le acercó buscando un consejo o la solución de alguna dificultad, con el empeño que ponía en sus actividades de atención al pueblo.
Lo recordamos cuando la ciudad donde nació, constituyó familia y tuvo a sus hijos, está arribando al medio milenio, espacio de tiempo en el que su figura emerge junto a otros bayameses ilustres.
Lo conocí fui su amigo. Un gran hombre, un gran bayamés. Tremendo ciudadano.